El aprender a aprender en el aprendizaje autónomo es fundamental ya que el participante tiene que adaptarse a la nueva situación del nuevo enfoque del proceso de aprendizaje.
La falta de tiempo y espacio de este nuevo mundo nos obliga a reconsiderar el aprendizaje autónomo como un requisito para poder subsistir en el universo.
Durante el aprendizaje autónomo el participante debe reconocer la importancia que tiene para el tener su propio programa de aprendizaje; en este no solo el facilitador o docente es quien debe programar.
Pero la autonomía de aprendizaje no debe ser total más bien debe ser parcial, simplemente se establecen estrategias según las características personales de cada estudiante para que el desarrolle un elevado nivel de responsabilidad de su formación y su evaluación.
Para que el aprendizaje sea efectivo el facilitador debe mantener al estudiante constantemente activo.
No es importante la autonomía si el conocimiento que se va a adquirir es el simple hecho de repetir sin ser innovador. El participante además de autónomo debe ser un individuo crítico y capaz de crear su propio conocimiento.
Aunque el aprendizaje autónomo puede ejecutarse sin la guía de un instructor, en el proceso de enseñanza y aprendizaje es importante que el tutor vaya al junto del participante guiándole y motivando sus logros y retroalimentando sus fallas.